El proyecto plantea a equipos multidisciplinares —ingenieros, sociólogos, arquitectos…— la creación de una nave interestelar de generación. Es decir, una nave que pueda viajar de una estrella a otra y que permita a los humanos sobrevivir a un viaje de 250 años. Una fantasía similar a la película Passengers (de 2016, con Chris Pratt y Jennifer Lawrence) y que espera que de la ficción surjan nuevos retos para la ciencia.