El nuevo planeta, que los científicos han denominado BD+05 4868 Ab, fue detectado casi por casualidad. “No buscábamos este tipo de planeta”, apunta Marc Hon, investigador postdoctoral en el Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial del MIT, antes de agregar: “Estábamos haciendo la típica investigación de planetas, y por casualidad detecté una señal que parecía muy inusual”.
El mundo en desintegración tiene una masa similar a la de Mercurio, aunque orbita unas 20 veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol, con lo que completa una órbita cada 30,5 horas.