Este nuevo hallazgo, en el que se ha empleado el radiotelescopio de 40 metros del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en el Observatorio de Yebes (Guadalajara) supone, según explica la entidad, “un paso más en el conocimiento de la composición química de esta región de formación estelar”. En concreto, se trata de dos moléculas que constan de 21 átomos cada una y que han sido localizadas en la nube interestelar fría TMC-1. Los resultados, que aparecen publicados en la revista Astronomy & Astrophysics, aportan nuevas rutas para entender la complejidad química del Universo. Situada en la constelación de Tauro, a unos 500 años luz, la nube interestelar TMC-1 (del inglés Taurus Molecular Cloud) es una de las más cercanas para observar la formación de estrellas como el Sol.