Cuenta esa historia, a grandes rasgos, que Guzmán el Bueno, Alonso Pérez de Guzmán, defendía la ciudad de Tarifa del asedio de los musulmanes.
Éstos tenían apresado a su hijo, y se presentaron ante las puertas de Tarifa para pedir la rendición de la ciudad. Mostraron al hijo de Guzmán el Bueno y amenazaron con matarlo si no les era devuelta la ciudad, y el propio Alonso Pérez de Guzmán les entregó su cuchillo para que lo mataran con él, porque prefería perder a su hijo que entregar Tarifa.