España trabaja en una vacuna intranasal que haría "más potente la inmunidad"

Isabel Sola es codirectora del Laboratorio de Coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC y una de las personas que más saben sobre coronavirus en nuestro país, con 25 años de experiencia y su tesis doctoral sobre este tipo de virus. De ahí que se tenga mucha esperanza en que sus conocimientos se traduzcan en éxito en sus investigaciones en torno al covid que pasan, principalmente, por el desarrollo de una candidato a vacuna del que ha hablado en La tarde de Canal Sur Radio con Mariló Maldonado.

Sola ha hablado de su proyecto de vacuna intranasal que sería más fácil de administrar y, por los primeros resultados en ratones, más eficaz desde el punto de vista inmunitario. "Nuestro candidato parte del trabajo previo con otro virus también humano y mortal. Estamos llevando a cabo ensayos con ratones vía intranasal que es la misma por donde entra el virus. Tiene la simplicidad de que no precisa inyección y no requiere personal especializado y lo importante es que provoca la inmunidad de la mucosa por lo que nada más aparecer el virus lo neutraliza impidiendo su entrada. Así pues es muy eficaz y de inmunidad esterilizante que no solo nos protege de la enfermedad, sino que impide que pueda seguir transmitiéndose a otros". En definitiva, precisa que "podría hacer más potente la inmunidad".

Este prototipo de vacuna está aún en fase preclínica, probándose con animales, pero Sola asegura que "estamos trabajando para que a lo largo de 2021 completemos los ensayos clínicos en humanos". Mientras tanto, hay que confiar en las actuales vacunas autorizadas sin que, a pesar de la escasez, haya que variar las instrucciones para su dispensación, según esta experta que advierte que "han sido sometidas a ensayos clínicos en unas condiciones en las que han demostrado su eficacia en dos dosis y arriesgarnos a cambiar el protocolo a una única dosis no hay datos que confirmen que vayan a ser igual de eficaces". Lo que entiende sería menos problemático aunque se desconocen también las consecuencias sería la ampliación del tiempo en poner la segunda dosis si no hay disponibles para administrarlas. "Como mínimo debe ser en tres semanas, pero no sabemos si a 6 ó 7 semanas tendría grandes repercusiones", ha indicado.