Disfraces y azotea para alegrar a los vecinos
Conocemos a dos personas que desde sus casas se disfrazan y hacen más llevadera la cuarentena a sus vecinos
Desde que comenzó el confinamiento, Jesús Moreno, un vecino de Tomares (Sevilla) ha sido cantante folklórica vestida de faralaes, futbolista entrenando en la cúspide de su carrera, bailarín de bachata a lomos de un muñeco de goma, monitor deportivo... y así hasta 17 días ya disfrazándose.
Jesús, alias "el Chino de Camino Viejo", es ya una celebridad en Tomares, donde vive en un barrio obrero con muchos jubilados. Sus vecinos, ni que decir tiene, lo aclaman como el superhéroe que, durante un rato al menos, rompe la monotonía del confinamiento y los transporta a un extraño mundo de disfraces y azoteas.
No es el único. En el barrio sevillano de la Macarena, vive un dinosaurio que sorprende a vecinos y familiares con una vida paralela en forma de reptil que comparte en Instagram (@franjguerrero3).
El COVID-19 podrá robarnos días y semanas, pero nunca nos quitará la sonrisa.
