hasta el 12 de septiembre
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Expoandújar, la vida cotidiana reflejada en documentos desde el siglo XVI

Protocolos, libros de cuentas, planos o estadísticas muestran la evolución de esta población jiennense, como sus principales obras de infraestructuras, su relación con la agricultura, la minería y, cómo no, con sus tradiciones religiosas

CANAL SUR MEDIA 16 julio 2021

Un plano del término municipal jiennense de Andújar de mediados del siglo XVIII nos descubre que está cercada por los ríos Guadalquivir, el Herrumblar y el de la Yegua, que su censo ascendía a 2.208 cabezas de familia y que sor María de Aguilera atestigua que, en el convento de las Mínimas, viven 23 religiosas de coro, siete legas, dos novicias y dos pupilas.

Estamos en el Archivo Histórico Provincial donde se exponen documentos que han marcado la vida de esta localidad desde el siglo XVI. Juan del Arco, director del Archivo Histórico Provincial, nos lo explica.

El recorrido de esta exposición se remonta a protocolos notariales de 1544, tan ininteligibles y enrevesados como los actuales. Hay libros de visitas a la cárcel de 1616, libros de cuentas de la Obra Pía de los Niños Expósitos y ejecutorias en favor de la ciudad de Andújar en conflictos con particulares de mediados del siglo XVII.

Jesús Estrella, delegado de Cultura y Juan Lucas García, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Andújar nos dan algunos detalles de esta muestra.

Se ve la relación de Andújar con la minería y el predominio del cereal en la agricultura local durante el último tercio del siglo XIX, el proyecto de reforma del Puente Metálico sobre el río Jándula, en la carretera de tercer orden que unen Andújar con Puertollano, y la reedificación de los dos arcos centrales del denominado Puente Romano, arruinados por los desmanes de los franceses en la Guerra de la Independencia, e incluso la construcción de un puente nuevo para el caso de que se arruine el viejo.

Hay fotografías aéreas y más estadísticas de cultivos con la superficie de regadíos, de la viña o del olivar e, incluso, está registrado lo que comía la ciudad durante los años de racionamiento, como el cocido, el compuesto de garbanzos, el tocino, la carne de vacuno, las verduras, e, incluso, el gusto por el gazpacho andaluz, el ajoblanco y la pipirrana.

Se puede visitar hasta el 12 de septiembre.

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