Con el calor, llega el tiempo de esquilar a destajo
Las cuadrillas de esquiladores no dan abasto. A ritmo trepidante de una oveja por minuto, estos esquiladores están desde primera hora de la mañana hasta que se pone el sol.
El calor es igual para todos, incluso para las ovejas, que lo viven cubiertas de una abundante capa de lana. Así que, para aliviarlas, hay que esquilarlas cuanto antes.
Las cuadrillas de esquiladores no dan abasto. Lo hemos visto en Jaén. A ritmo trepidante de una oveja por minuto, estos esquiladores están desde primera hora de la mañana hasta que se pone el sol.
El esquilado se repite cada año, lo que supone un ingreso importante para las cuadrillas y un gasto más en las explotaciones ganaderas, que tienen que deshacerse de esta lana.
Que el animal agradece, y al que, nos dicen los esquiladores, apenas se resiste porque aplican el método australiano, sin atarle las patas, y evitando hacerle daño con la máquina o los movimientos de sujeción.
