Jaén se desangra: la inversión pública por habitante es la mitad que en España
Los jienenses han mostrado su malestar tras comprobar que la provincia se queda al margen de las grandes inversiones.
El malestar ciudadano crece en Jaén al comprobar que la provincia se queda al margen de las grandes inversiones. Sin embargo, Jaén tiene mucho potencial aunque necesite ayuda para superar los retos que analizamos en el siguiente informe.
Es la pescadilla que se muerde la cola. Si no se invierte, no hay infraestructuras que permitan el crecimiento, ni atractivos para la inversión privada que es la que genera empleo y evita la pérdida de población.
La inversión pública en la provincia durante 2020 fue de 146 euros por habitante, mientras que en el resto de España, es de 297, algo más del doble.
Todo esto se traduce en un tasa de paro del 24 por ciento en la provincia, dos puntos más que la media andaluza, siete puntos y medio más que la media en España. Sin embargo, Jaén sigue atesorando grandes potenciales. La población activa en el sector industrial, por ejemplo, es superior a la media andaluza.
Las almazaras forman parte del sector industrial, la construcción y la madera volverán a crear puestos de trabajo cuando se supere la crisis. Igual que el turismo de interior, un sector emergente que necesita inversiones para mejorar las comunicaciones en tren y por carretera.
Y en lo que se refiere al olivar, la caída de los precios pone en peligro la rentabilidad de la producción pero, aquí si tenemos los jiennenses nuestra parte de culpa: al aceite de Jaén le cuesta llegar a los grandes mercados internacionales porque necesita tener más músculo.
El valor añadido de nuestra producción de aceite, no en vano, nos permite soportar mejor la crisis que en otras zonas de España. El olivar sigue siendo el colchón de la economía jienense, pero Jaén no es solo el olivar.
