Fieles de todas las partes del mundo continúan acercándose a rezar al lugar que ha sido, en los últimos dos años, su casa: la iglesia de la Asunción de Almonte.
La Virgen del Rocío está ya, de nuevo, en su altar, a la espera del traslado a su Santuario en la Aldea que lleva su nombre junto a las marismas de Doñana.
Fieles de todas las partes del mundo continúan acercándose a rezar al lugar que ha sido, en los últimos dos años, su casa: la iglesia de la Asunción de Almonte.
Allí ha regresado el sosiego tras el ajetreo de este domingo, marcado por las emociones a flor de piel. Toda esta semana, la madre de los almonteños continuará en esta parroquia.