Es la segunda peor cifra de matriculaciones desde 2012
El sector apuesta por incentivos estatales para la compra de vehículos
El pasado 11 de mayo los conesionarios abrieron sus puertas. Retomaban la actividad tras el parón provocado por la Covid-19. Los trabajadores afectados por un ERTE volvían a sus puestos y se reanudaban los contactos directos. La venta tradicional sigue imperando aunque el hachazo del coronavirus los ha empujado a otras fórmulas
Mayo ha cosechado la segunda la peor cifra de matriculaciones desde 2012. El pasado mes se vendieron 34.337 unidades, casi un 73% menos que el año pasado. El sector, que augura una caída del 45% al final del ejercicio actual, está a la espera de que se concreten las ayudas estatales, vitales para reactivar una industria que supone el 10% del producto interior bruto del país.