LOS REPORTEROS
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Un año de guerra: la mirada de reporteros andaluces en el frente de Ucrania

Cuando falta sólo una semana para que se cumple un año de la invasión de Ucrania en Los Reporteros hablamos con dos periodistas andaluces que han sido premiados por su trabajo en Ucrania

CANAL SUR MEDIA 19 febrero 2023

Hacer las maletas puede sugerir muchas cosas: Una huida, un traslado, un cambio de planes o un cambio de aires, pero tratándose de corresponsales de guerra a punto de partir hacia Ucrania, el equipaje que se haga debe incluir, por este orden, un cuaderno de notas y una cámara, ropa de abrigo suficiente y la proporción justa de valor y miedo que permita que audacia y sentido común presidan el trabajo periodístico en un país abierto en canal y en pleno combate.

En Los Reporteros hablamos con dos periodistas andaluces que han sido premiados por su trabajo en Ucrania.Luis Vega y Patricia Simón estuvieron en Ucrania desde el principio de la guerra y muy pronto regresarán a los campos de batalla y las ciudades derruidas de un país que han recorrido palmo a palmo en distintas etapas desde hace un año. Una peripecia periodística y vital ampliamente reconocida, por cierto: Luis Vega, que en su día logró para el diario El País la primera entrevista que el el presidente Zelenski concedía a un medio de comunicación en castellano, ha obtenido el premio al mejor periodista del año que concede la asociación de la prensa de Madrid y Patricia Simón, acaba de ser galardonada en Andalucía con el premio internacional Manuel Chaves Nogales.

Trabajar sobre el terreno, el de Ucrania, en plena guerra, es extremadamente complejo, pero es aquí donde la tarea informativa, el oficio periodístico y el riesgo que este oficio lleva consigo, cobran un especial valor, pero no en función los grandes acontecimientos ni junto a los personajes de renombre, sino en las distancias cortas, calles, barrios o refugios, los espacios donde sobrevive la gente corriente que dan sentido a la historia.

Un oficio imprescindible, basado en el rigor pero a la vez cargado de emociones y, desde luego, no exento de dificultades. Y no todos los reporteros que cubren el conflicto sobre el terreno lo hacen en idénticas condiciones. No es lo mismo trabajar con el apoyo de un medio de comunicación solvente, que abrirte paso por ti mismo y cubrir gastos de tu propio bolsillo con la esperanza de que alguien compre tus crónicas, a un precio, por cierto, casi siempre irrisorio.

¿Cómo podemos estar seguros de que lo que publicamos se ajusta a lo que es aproximadamente cierto? Suele decirse que la verdad es la primera victima de una guerra, y en Ucrania también ha ocurrido, así que discernir entre información y ocultación, desinformación y propaganda, es todo un reto en circunstancias especialmente difíciles.

Con el viento a favor o con todo en contra en este oficio todo cuenta: La guerra son sus historias. A veces reflejan experiencias edificantes y otras se adentran en episodios indeseables. Porque la guerra es la gente, sobre todo, la la gente, la que combate, la que muere, la que mata, la que ayuda, la que huyen o la que resiste como puede.

El valor puede llegar a ser más contagioso que el miedo, dijo la revista Time cuando decidió que el presidente Zelenski y con el todo el pueblo ucraniano fueran nombrados personajes del año. Una portada para la historia., indudablemente. La guerra, sigue mientras tanto y puede que en primavera sea más cruel incluso de lo que ha sido en este largo invierno. Cual será el desenlace nadie lo sabe, pero al igual que los periodistas andaluces Patricia Simón y y Luis de Vega cientos de corresponsales de todo el mundo se jugarán el tipo para poder contarlo, pase lo que pase.

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