sentencia de los ERE
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¿Ingresará Griñán en la cárcel tras la sentencia del Supremo?

La defensa de Griñán y de otros condenados han presentado un incidente de nulidad contra la sentencia del Tribunal Supremo, una vez se ha conocido la sentencia ya completa

Este recurso no paraliza la ejecución de la sentencia. Las vías para evitar al cárcel son el recurso ante el Tribunal Constitucional, el Supremo o el indulto, que ya ha solicitado la familia.

La decisión está ahora en manos de la Audiencia provincial de Sevilla, que lo juzgó en primera instancia y condenó a 6 años de cárcel en el caso de los ERE

El Constitucional no suele frenar el ingreso en prisión cuando la pena supera los cinco años de privación de libertad, como es el caso

CANAL SUR MEDIA 15 septiembre 2022

La sentencia de Supremo que condena al ex presidente Griñán a seis años de cárcel, es firme. Pero la entrada en prisión no está cerca. E incluso podría evitarse. Se abren varias vías. Intentamos resumirlas.

El abogado de Griñán y otros, han presentado un incidente de nulidad al Supremo. Es decir, le piden que anule la sentencia porque consideran que se han vulnerado los derechos fundamentales de sus defendidos. En cuanto el Supremo conteste, más o menos en el plazo de un mes, entra en juego la Audiencia de Sevilla.

La Audiencia fue el tribunal que los juzgó y condenó y es el que tiene que decidir si ordena el ingreso en prisión o, si como le van a pedir los abogados, lo suspende hasta que se resuelvan todas las peticiones.

Las peticiones son: un recurso de amparo al Tribunal Constitucional y/ó, un indulto al Gobierno. Es muy probable que muchos de los letrados acudan al Tribunal Constitucional. Consideran que ha habido clara una injerencia del poder judicial en el legislativo: que una ley no puede ser ilegal. El Constitucional, en un año y medio o dos, dirá si ha habido, o no, vulneración de derechos.

Y mientras el TC resuelve, ¿podrían entrar en prisión? Pues depende de la decisión de la Audiencia. La otra vía es la petición del indulto al gobierno. Griñán, su familia, ya lo hizo en verano. El indulto es una prerrogativa del Gobierno. Los plazos no son fijos. Por ello, se abre una nueva etapa, con años de espera, en la causa de los ERE.

LAS OPCIONES DE GRIÑÁN

La sentencia es un punto y final en la pirámide judicial ya que no hay instancias superiores a las que recurrir pero sí hay vías abiertas: los abogados insistirán en que se anule porque consideran que se han vulnerado derechos fundamentales de los condenados y denuncian que hay una clara injerencia del poder judicial en el legislativo así que irán al Tribunal Constitucional y no descartan incluso acudir a la Justicia Europea. 

Los abogados de los condenados a prisión intentarán que no entren por tres vías: con un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, o con la petición de indulto. Recordemos que ya este mes de agosto, la familia de José Antonio Griñán presentó ante el Ministerio del Interior su petición de indulto. Algunos letrados no lo tienen claro porque esto implicaría una aceptación de los hechos por los que se le condena. Y también pueden presentar un recurso de nulidad al Tribunal Supremo argumentando, entre otras cosas, que hayan tenido que esperar más de un mes y medio para conocer los argumentos que explican y justifican el fallo condenatorio.

Y, mientras se resuelven cualquiera de las tres opciones, la que tiene la potestad para suspender la entrada en prisión es la Audiencia de Sevilla, el órgano que los juzgó y los condenó. Fuentes judiciales consultadas confían en que lo haga. La división de los magistrados del Supremo en la sentencia, y que el Supremo no haya ordenado el ingreso, pueden influir e indicar que podría suspenderse su entrada.

Con este panorama se plantean más meses, o años, de espera. De un caso que empezó hace casi doce años. Que fue juzgado hace tres y medio, y que ha mantenido en jaque la escena política y judicial andaluza.

DIVISIÓN EN EL SUPREMO

El caso de los ERE ha fragmentado en dos al Tribunal Supremo con dos posiciones de sus magistrados totalmente contrapuestas en cuanto a la condena de malversación del expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, división que da argumentos al condenado para evitar el ingreso en prisión.

Aunque fue en julio cuando se conoció el fallo de la sentencia, no ha sido hasta este miércoles cuando se ha hecho público el contenido de la resolución y del voto particular, casi tan relevante como la sentencia misma habida cuenta de las consecuencias que derivan de su ejecución, esto es, el incidente de nulidad que Griñán elevará al Supremo y el amparo ante el Constitucional con el indulto de fondo.

Un escenario que puede condicionar a la Audiencia de Sevilla a la hora de pronunciarse sobre la ejecución de la sentencia, es decir, sobre si envía a prisión a Griñán y a otros ocho exaltos cargos.

El capítulo de los ERE no está cerrado pues el voto particular que firman las magistradas Ana Ferrer y Susana Polo no es una enmienda a la totalidad de la malversación que la sentencia acredita sin genero de duda para Griñán, es en sí misma una sentencia que alcanza una conclusión antagónica. Y todo ello partiendo de la misma carga probatoria. Dos visiones contrapuestas.

LA COLISIÓN EN EL TRIBUNAL

La sentencia es tajante y categórica en la construcción del relato contra Griñán, condenado a seis años de prisión por los ERE, cuando dice que no hay duda de que conoció y permitió que se pagaran las ayudas sociolaborales a sabiendas del "absoluto descontrol" y de las "gravísimas ilegalidades" interviniendo en la dotación de fondos a través de "un sistema de presupuestación ilegal".

Y añade que "al ejercer las más altas funciones dentro del Gobierno de la Junta de Andalucía, tuvo capacidad de impedir ese modo de gestión" pero "permitió que se siguiera produciendo esa irregular situación año tras año", por lo que "no ofrece duda la vinculación de Griñán, no sólo con la presupuestación sino con la gestión de los fondos".

La solidez que se presupone a esta argumentación la cuestionan las dos magistradas cuando sostienen que la condena al expresidente se basa en "una mera especulación" sin "prueba seria y sólida" que no es sino un "sorprendente y significativo salto al vacío".

Creen que los indicios con los que ha contado el tribunal "no son unívocos y concluyentes, sino que construyen una secuencia incriminatoria a través de inferencias demasiado ambiguas y abiertas, que generan márgenes de incertidumbre en los aspectos nucleares sobre los que se construye la autoría" de Griñán y otros cuatro condenados por malversación.

DOS POSTURAS QUE SERÁN CLAVE PARA EL INDULTO

Los argumentos tan irreconciliables jurídicamente como la proyección política de la causa, ejemplificada en la petición de indulto de Griñán que se resolverá en año electoral, hacen que ese voto particular sea interpretado como algo más que una discrepancia jurídica entre magistrados, habituales en el devenir de la Justicia. Ya no es el fondo del asunto sobre la condena sino son las formas.

Ni siquiera el Gobierno oculta la trascendencia de ese voto particular cuando toque abordar la tramitación de la petición de indulto, presentada por la familia el expresidente de la Junta. "Hay que ver qué dice la sentencia", avanzó a Efe la ministra de Justicia, Pilar LLop, hace una semanas pero "también vamos a ver qué dicen esos votos particulares" de las magistradas.

De ello se hizo eco la familia en su petición de la medida de gracia pues la división en el tribunal "pone de manifiesto que no ha sido posible alcanzar una decisión más allá de toda duda razonable".

GRIÑÁN BUSCARÁ GANAR TIEMPO PARA EVITAR EL INGRESO EN PRISIÓN

Pero el indulto es solo el último capítulo para evitar el ingreso en prisión de Griñán, que pretende ganar tiempo y retrasarlo hasta que el Ejecutivo se pronuncie, lo que implica un plazo de unos seis meses, es decir, en precampaña de las municipales y autonómicas, con el coste electoral que puede suponer una decisión de tal calibre.

Su estrategia procesal empezará con la presentación de un incidente de nulidad ante el Supremo con la intención de que paralice la ejecución de la sentencia hasta que el Alto Tribunal lo resuelva y remita el procedimiento a la Audiencia de Sevilla.

Si no tiene éxito, el siguiente escenario pasa por pedir amparo al Constitucional solicitando como medida cautelar la suspensión total o parcial de la pena, algo que el tribunal de garantías no suele contemplar cuando la condena es superior a cinco años de prisión aunque hay excepciones.

Cuanto más tiempo corra y se dilate la decisión final, más cerca estará la resolución del indulto, que apoyan una larga lista e históricos dirigentes del PSOE encabezada por los expresidentes del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González.

El Ejecutivo guarda cautela pero Llop dijo que "no sería la primera vez" que un Gobierno concede la medida de gracia a un ex alto cargo de su partido condenado por corrupción, si bien estos han sido escasos y mayoritariamente por penas de inhabilitación, no de prisión.

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