Huelva reutiliza los grandes árboles destrozados por Bernard como refugios para animales
En el Parque Moret nada se deshecha.
La hojarasca y agujas de pinos servirán para evitar la erosión de los caminos y los árboles enfermos que cayeron por el viento, en trampas para plagas no deseadas.
La borrasca Bernard se llevó medio centenar de árboles de gran porte en el Parque Moret, en la capital. Hoy, a esos ejemplares se les da una segunda vida. Desde el área de Parque y Jardines del ayuntamiento, los están reutilizando para la construcción de refugios de animales en este bosque urbano tan emblemático de la ciudad.
Troncos y ramas de los chopos y álamos derribados por el temporal hoy sirven como material en refugios para conejos, topos, erizos o lagartos, entre otra variopinta fauna que habita el gran pulmón verde que es el parque Moret.
Un aprovechamiento que va más allá, pues con la ingente cantidad de hojas secas que han dejado los pinos de la avenida de Andalucía, se cubren los caminos secundarios del parque. Una fórmula para combatir la erosión y proteger el suelo.
Mientras, los pinos con plagas que también se ha llevado el temporal en la zona sirven como trampas cebo para organismos no deseados, es el caso de la procesionaria o el escarabajo tomicus. Así se sacan de este importante espacio verde evitando daños. Soluciones todas -subrayan- basadas en la naturaleza que permiten mejorar la biodiversidad.
