GRANADA
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Un policía de descanso reduce a un agresor en una piscina

El hombre atemorizaba a unas 400 personas en la piscina de Pozo Alcón

Protagonizó varios episodios violentos hasta que fue reducido entre el policía y un guardia civil

13 agosto 2019

Un gran susto se llevaron las 400 personas que pasaban un domingo tranquilo en la piscina de Pozo Alcón, en Granada. Un bañista llegó a coger unas tijeras para agredir a un socorrista que le había reprendido por fumar en un espacio público. La intervención de un policía local y de un agente de la Guardia Civil que estaban de descanso, impidieron una tragedia.

Enrique Fernández es agente en el Grupo de Apoyo a la Policía de Barrio de Granada. Y ese domingo estaba de descanso con sus dos hijas de 1 y 6 años y su mujer. Vio desde el principio como el detenido se lió a puñetazos con un socorrista que le había pedido que dejara de fumar. Y dice que intervino por el miedo a sus hijas. 

Aplacado el primer encontronazo, el detenido volvió a perseguir al socorrista hasta una caseta en la que se refugió. Y de nuevo Enrique logró aplacarlo y destruir un bloque de cemento que pretendía lanzarle.

Pero el capítulo más peligroso fue cuando el hombre logró hacerse con unas tijeras de la taquilla. Entonces un grupo de bañistas intentó detenerlo y cinco de ellos resultaron heridos.

Con la ayuda de un guardia civil que también estaba de descanso lograron reducirlo y sacarlo de la piscina, donde había provocado el pavor entre más de 400 personas, la mitad de ellos menores.

Enrique dice que no es un héroe y que le gustaría que se reconociera la labor que hace la policía. Y como él dice, un agente está al servicio de la ciudadanía, tenga o no tenga puesto el uniforme.

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