El comercio marítimo mundial se resiente por la crisis en el Mar Rojo
La tensión en la zona por los ataques de milicias yemeníes propalestinas provoca que la ruta comercial entre Oriente y Europa sea más larga
Las consecuencias: retraso y encarecimiento de las mercancías
El comercio marítimo mundial se enfrenta a una nueva crisis cuyas consecuencias en nuestra economía van a ser inevitables. La tensión en el Mar Rojo por los ataques de las milicias yemeníes propalestinas están provocando que la ruta comercial que llega desde Oriente hasta Europa a través del Canal de Suez, que da acceso al Mediterráneo se sustituya por otra mucho más larga.
Una veintena de grandes navieras han decidido ya rodear toda África para llegar a las costas españolas y del resto de Europa. Esto aumenta los días de transporte y encarece los fletes.
Los puertos del Mediterráneo, como el de Algeciras, están sufriendo ya los retrasos en la llegada de los buques de mercancías. El problema radica en la falta de seguridad para el transporte marítimo en el Mar Rojo por los ataques de los rebeldes hutíes a buques que lo atraviesan debido a la guerra entre Israel y Palestina, lo que ha obligado a los proveedores a utilizar otras rutas para llegar a Europa, como el cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica, un itinerario mucho más largo y costoso.
El profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, José María O´Kean, advierte también del encarecimiento de los combustibles.
El precio del petróleo va a subir por el aumento de costes y porque entran otros vendedores en escena, como EEUU, que ha disparado ya sus exportaciones de crudo un 35 por ciento.
Un ejemplo de consecuencia directa en nuestro país es la parada anunciada en las fábricas de Michelín ante la falta de caucho, que viene en su mayoría de Asia, para fabricar neumáticos.
