El 6 de febrero de 1973 naufragó frente a la costa de Lanzarote. Murieron 10 marineros y se recuperaron 8 cadáveres. Solo dos hombres sobrevivieron para contar lo sucedido.
Emoción en Barbate en el homenaje a los marineros fallecidos en el naufragio del 'Domenech de Varó' hace ahora 51 años en aguas de Lanzarote. Han sido décadas de búsqueda e identificación para que los dos tripulantes del pesquero puedan descansar en su localidad natal: Tomás Ladrón de Guevara y José Antonio López. El 6 de febrero de 1973 naufragó frente a la costa de Lanzarote. Murieron 10 marineros y se recuperaron 8 cadáveres. Solo dos hombres sobrevivieron para contar lo sucedido. Les sorprendió un temporal y el pesquero encalló contra las rocas de la costa, cuando se dirigía al puerto de Arrecife para reparar una avería.
Los restos de estos dos marinos fueron identificados y entregados a sus familias recientemente. Así, en noviembre de 2024 el alcalde de Barbate, Miguel Molina, confirmaba que sus restos descansaban en nichos anónimos del cementerio de San Román en Arrecife, en la isla canaria de Tenerife. Sobre esto, ha manifestado que "encontrar y localizar los cuerpos de gran parte de ellos fue una gran alegría y sobre todo un descanso para sus familiares".
Este homenaje es "un acto de justicia y memoria hacia nuestros marineros, que dejaron un legado de esfuerzo y sacrificio", además de trasladar a las familias "el apoyo de todo Barbate y que nunca se olviden estas historias que forman parte de nuestra identidad y de la historia de nuestro pueblo".
Una investigación posterior al naufragio, realizada por uno de los hijos de los desaparecidos en colaboración con la Asociación por la Memoria Histórica y Pesquera de Lanzarote, desveló que la información que se trasladó a la península era "inexacta", y que de los diez tripulantes fallecidos se habían recuperado ocho cuerpos, tres de los cuales fueron identificados y otros cinco no se pudieron identificar. Estos cinco cuerpos estaban "enterrados y sin identificar en Arrecife", siendo dos de ellos los marinos barbateños, como se pudo constatar el año pasado.