La débil situación económica de mujeres y parejas retrasa y reduce los nacimientos
En Andalucía, cada trimestre se pierden 5000 habitantes por la diferencia entre fallecidos y nacidos
La natalidad en España cae en picado, hasta tasas sólo comparables con las de los primeros años de posguerra. Según los últimos datos del INE, en el primer semestre del año se han producido 170.000 nacimientos, un dato muy por debajo de los fallecimientos. Las comunidades que más bajan en población son Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Andalucía pierde casi cinco mil habitantes cada trimestre, por la diferencia entre nacidos y fallecidos: las defunciones superan con creces a los alumbramientos. No es un problema de baja fertilidad. Entre las causas de la actual situación, las principales son los escasos recursos económicos, la precariedad laboral y la dificultad de conciliar trabajo y vida familiar.
Muchas mujeres quieren consolidar su situación profesional y para ello retrasan su maternidad, voluntariamente o forzadas por las circunstancias. Las madres añosas son cada vez más habituales, y a este paso llegarán a ser las más comunes.
El problema cobra nuevas dimensiones si se medita en el impacto que la baja natalidad tendrá a medio plazo sobre el mundo del trabajo, las pensiones, la economía productiva y los servicios de sanidad y cuidados a una población cada vez más envejecida.