PARLAMENTO ANDALUZ
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El Museo de la Autonomía recupera los espacios más familiares de Blas Infante

Los jardines, con más de treinta especies arbóreas, ya se pueden visitar

Blas Infante pudo disfrutar pocos años de su casa y de su finca

CANAL SUR MEDIA 6 junio 2021

¿Se han preguntado alguna vez por qué Blas Infante eligió su emblemática casa en Coria del Río para vivir junto a su familia? ¿O cómo era exactamente el entorno que le rodeaba, su escenario más próximo, frecuente y personal? Mucho más vamos sabiendo ya y más aún ahora que podemos creernos él y pasear por la huerta y los jardines alrededor de su casa. Porque el Museo de la Autonomía de Andalucía ha recuperado la fisonomía exacta de esos espacios, con cerca de una treintena de especies arbóreas. Ya se pueden visitar. En Parlamento Andaluz conocemos todos los detalles.

Una bronconeumonía de su único hijo pudo ser el motivo por el que Blas Infante eligió esta finca en un altozano junto al río Guadalquivir entre Puebla y Coria del Río, localidad esta última de la que ya era notario cuando a principios de los años 30 construyó su Casa de Alegría.

Ahora el Centro de Estudios Andaluces, en colaboración con la Fundación Blas Infante, ha recuperado la fisonomía de aquella huerta que rodeaba a la casa, que llegó a tener casi 500 árboles de 27 especies.
Blas Infante pudo disfrutar pocos años de su casa y de su finca. Pero aquí siguió durante décadas su familia. Su mujer y sus hijos primero y más tarde también sus nietos. Javier, vicepresidente de la Fundación que lleva el nombre de su abuelo nació aquí en 1956.

En un entorno privilegiado, como él mismo reconoce, para las circunstancias sociales de la época.
Satisfecho con el trabajo de recuperación que se ha realizado en el que fue su hogar de la niñez, ahora el Museo de la Autonomía incorpora como espacio expositivo la huerta y los jardines, porque en ellos también está depositado parte del pensamiento de Blas Infante, una conciencia de la protección ambiental adelantada a su tiempo.

Entre plantas dejó escrito su compromiso con el paisaje de Andalucía. Y en cada una, un símbolo. Las lantanas, popularmente conocidas como la bandera española, las cintas blancas y verdes como la andaluza. O el rosal que él mismo recogió de la casa del anarquista Seis Dedos, muerto en los sucesos de Casas Viejas en 1933. Un plantón rescatado de la masacre y cargado de leyenda. Blas Infante contó de él que no daba flores rojas de sangre, sino blancas de paz y esperanza.

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