Víctima de un preso reincidente
Presos como Bernardo Montoya, con dos asesinatos en cincuenta años de vida, causan gran inquietud en la sociedad. Los penalistas insisten en que estos casos son muy pocos y que son infinitamente más los que logran la reinserción.
En gran parte de Europa, como Alemania, Bélgica o Francia, existen unos centros especializados en este tipo de delincuentes. Todos, exclusivamente dentro dl ámbito penitenciario, nada de híbridos.
Bernardo Montoya ha vuelto este lunes a sentarse en el banquillo de los acusados. No es la primera vez. Pero sí es la primera en la se que se enfrenta a la prisión permanente revisable por secuestrar, violar y asesinar a la profesora Laura Luelmo. Es el segundo asesinato que, en sus cincuenta años, ha cometido Bernardo Montoya.
En 1995, enganchado a la heroína, asesinó a una mujer de 82 años. Ha entrado varias veces en prisión. Y en una de las salidas, agredió a una joven de 27 años. En otra, asaltó y robó a dos mujeres. Y en 2018, cuando llevaba dos meses en libertad, violó y asesinó a Laura Luelmo.
Presos como Montoya causan gran inquietud en la sociedad. Pero los penalistas insisten en que estos casos reincidentes, son muy pocos. Y son infinitamente más los que logran reinsertarse en la sociedad.
¿Cuál es entonces la solución para este grupo de personas, muchas de ellas con graves patologías psiquiátricas?
El propio Montoya le pidió al juez que no lo dejara salir de la cárcel porque lo volvería a hacer.
Aquí surge el debate. Parte de la sociedad defiende la cadena perpetua, como la de Estados Unidos. Otra parte, opta por otras alternativas.
En gran parte de Europa, como Alemania, Bélgica o Francia, existen unos centros especializados en este tipo de delincuentes. Todos, exclusivamente dentro dl ámbito penitenciario, nada de híbridos.
