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Recorrido por las infraestructuras que cambiaron Sevilla hace 30 años

Los Reporteros se reencuentra con los ingenieros y arquitectos que propiciaron la transformación de Sevilla y de toda la comunidad autónoma para la Expo 92 con motivo de la remodelación del Puente del Centenario.

Rememoran con nostalgia los hitos de la época a la vez que piden que se siga apostando por un legado que creen que no siempre está siendo bien preservado.

CANAL SUR MEDIA 14 mayo 2022

Ha empezado la reforma de una de las obras clave de la ingeniería en Andalucía, el Puente del Centenario, en Sevilla. Uno de los seis que se construyeron en la ciudad para la Exposición Universal de Sevilla de 1992, la Expo 92, y que contribuyeron, junto a otras infraestructuras, como la A-92, a vertebrar mejor nuestra comunidad autónoma.

Hace 30 años, en Los Reporteros fuimos testigos de su construcción y del resto de infraestructuras para la Expo 92. Hoy nos reencontramos con algunos de los protagonistas de aquella gesta. Como José Luis Manzanares, ingeniero encargado del Puente del Cachorro y del levantamiento del Tapón de Chapina.

"Fue una obra emocionante. Como trianero, fue un honor para mí recibir el encargo de construir este puente. (...) Quería dar una imagen trianera. Hacer un puente muy moderno porque Sevilla estaba entrando en la modernidad, era un antes y un después", relata.

También, Antonio Barrionuevo, arquitecto encargado de la remodelación de la Estación de Plaza de Armas en los 80 y de la urbanización de su entorno en los 90. "Hicimos el adiós a la antigua estación planteando que algún día pudiera volver cuanto menos un museo ferroviario", recuerda.

Por su parte, Julio Martínez Calzón, ingeniero encargado, junto a José Antonio Fernández Ordoñez, del Puente del Centenario, confiesa que le produce "una alegría enorme volver a ver esta obra", que presenta "una cantidad de singularidades y de calidades intrínsecas, que a veces no se ven del todo".

Pasados los años, también hacen sus críticas. José Luis Manzanares recuerda que "los puentes metálicos necesitan pintura cada quince años". El suyo "lleva 30 sin pintar".

Son tres hombres a los que les caben en la cabeza ciudades enteras. Son capaces de diseñar pasos sobre ríos y desviar su curso, de crear caminos sobre montañas para que los atraviese el ferrocarril o el automóvil. Gentes de ingenio, de cartabón y teclado. Ingenieros y arquitectos que pelean codo a codo con políticos el diseño de nuestro territorio. Su reconocimiento público es escaso. Pero ellos saben que sus obras perduran.

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