Este domingo ha entrado en vigor la orden de la Consejería de Salud que afecta a estos establecimientos en el servicio de barra, aforo y número de comensales por mesa
Los empresarios cuestionan que la norma tenga un efecto generalizado para todos por igual porque no todos estos recintos son iguales en volumen, ventilación, tamaño o espacio
La orden del 21 de julio, que viene afectando desde el jueves a bares y restaurantes, alcanza desde este domingo a los salones de celebraciones.
Son nuevamente medidas temporales y excepcionales que se justifican en la salud y que, para los empresarios consultados, no dejan de suponer una nueva contrariedad, tal y como nos lo expresa Ana Carreño, directora del hotel Palacio de Úbeda.
El aforo se restringe al 75%, con un máximo de 200 personas, en el nivel 1, y de 150, en el dos.
Baja a 6 y 4 el número máximo de comensales por mesa, según sea exterior o interior, y se restringe el servicio de barra.
Esto supone más camareros, más mesas, más decoración y más trabajo para un sector que, después de un año y medio de incertidumbre, mantiene los gastos y limita los ingresos. Así nos lo describe Marcos Reguera, director de Cerro Puerta Eventos.
Estos empresarios cuestionan que la norma tenga un efecto generalizado para todos por igual cuando, según señalan, no todos estos recintos para bodas, eventos o convenciones, son iguales en volumen, ventilación, tamaño o espacio.