El duro oficio de pastor
En la Vega de Bácor en Granada se forman nuevos pastores. En este reportaje profundizamos en una actividad ancestral, que sostiene la economía y también la ecología de amplias zonas rurales en Andalucía.
Nos cuentan su experiencia en primera persona Carlos, Guido y Pascual, que representan a tres generaciones de pastores
La actividad del pastoreo vive momentos difíciles desde hace tiempo. Muchos pastores mantienen la actividad a pesar de que resulta complicado conseguir la rentabilidad mínima para seguir saliendo cada día al campo con el ganado. Y la falta de expectativas provoca también escasez de vocaciones. Desde hace 10 años, la escuela de pastores de Andalucía, intenta mejorar esta situación.
Hemos estado con Carlos, Guido y Pascual, que representan 3 generaciones de pastores; presente y futuro de una actividad ancestral que hoy mantiene un peso importante en la economía de amplias zonas rurales de Andalucía. Quedamos con ellos en la vega de Bácor, en pleno corazón del Geoparque de Granada. Guido es uno de los pastores tutores de la Escuela pastorea su rebaño. Carlos es alumno de este curso, tiene 23 años y su familia se dedica al pastoreo en Paulenca, una pedanía de Guadix , desde hace 4 generaciones.
En los cuatro meses del curso, la Escuela ofrece también a los alumnos la formación y las herramientas necesarias para ejercer la profesión de pastor hoy en día, como nos cuenta Francisco Ruiz, director Escuela de Pastores de Andalucía. 130 alumnos han pasado ya por la escuela que tiene con una tasa de incorporación del 60 por ciento.
