El Parlamento, a favor de reformar la Ley de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo
Todos los grupos políticos han acordado, por unanimidad, crear un grupo de trabajo que se dedique a modificar la actual normativa
Por ejemplo, que se garantice el reconocimiento a los familiares de segundo grado
Manu y Rosa son dos andaluces víctimas del terrorismo: él, del yihadismo. y ella, de ETA
Ambos tienen en común la imposibilidad de superar lo vivido por más que pasen los años
La Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo ha conseguido reabrir el debate parlamentario sobre la necesidad de reformar la Ley 10/2010, de 15 de noviembre, relativa a medidas para la asistencia y atención a las víctimas del terrorismo de Andalucía.
Pide que se actualice y se cubran sus lagunas que el paso del tiempo pone en evidencia. Por ejemplo, que se garantice el reconocimiento a los familiares de segundo grado, que se establezcan protocolos claros para que puedan solicitar las ayudas sociales a las que tienen derecho o que se terminen de pagar las indemnizaciones reconocidas hace una década y que siguen pendientes por falta de presupuesto.
Todos los grupos políticos en el Parlamento andaluz han acordado por unanimidad crear un grupo de trabajo que se dedique a la reforma de esa ley. Un logro que, al menos, abre ahora algunas esperanzas de hallar cierta recompensa a quienes tienen la vida partida en dos por la barbarie y llevan años, afirman, clamando en el desierto "del olvido institucional, la excesiva burocracia y la falta de justicia".
En este reportaje de 'Parlamento andaluz' hablan por primera vez Rosa y Manu. Al padre de Rosa lo asesinó ETA de un tiro en 1988. Antonio Gómez Osuna era un policía nacional sevillano destinado en Vitoria.
Manu, sargento del Ejército del aire de la base sevillana de Tablada, fue la víctima más grave de un atentado yihadista en Yibuti en 2014.
No se sienten amparados por las leyes estatales y autonómicas aprobadas para atender y asistir a las víctimas del terrorismo.
