La magia de los cines de verano vuelve cada año en estas fechas. Para miles de andaluces, forman parte de su infancia añorada. Muchos desaparecieron en los años 80, por la especulación inmobiliaria, y se están recuperando. Otros han sobrevivido gracias al empeño de sus propietarios.
Rafael, el protagonista de nuestra historia, se ve reflejado en la película "Cinema Paradiso" yen esos veranos que siempre eran demasiado cortos.
en su familia ya van tres generaciones manteniendo la atradición cinéfila. En su cine de verano, tios, primos, sobrinos y nietos mantienen la magia creada por el abuelo.
Veladores, chuches, cocina, tapas y mucho más. La fragancia a pipas y pinchitos del cine de verano ocupa la menoria de muchos de nostros.