sin rastro del cuerpo
sin rastro del cuerpo

12 años sin Marta del Castillo

El 24 de enero de 2009, Marta salió de su casa y ya no volvió

Dos condenados por su asesinato: Miguel Carcaño y El Cuco, pero su familia sigue sin saber dónde está el cuerpo

El abuelo de Marta del Castillo: "Que nos digan dónde está, aunque sea anónimo"

CANAL SUR MEDIA 24 enero 2021

El 24 de enero de 2009, Marta del Castillo Casanueva salió de su casa, en el barrio sevillano de Tartessos. Había quedado con unos amigos, entre ellos con su exnovio Miguel Carcaño. Tenía 17 años. Nunca más se la ha vuelto a ver.

Su familia denunció su desaparición e inició una campaña para encontrarla. Al día siguiente, bajo el grito "Todos somos Marta", unas dos mil personas salen a la calle. 

El 13 de febrero es detenido Miguel Carcaño y otras cinco personas más, entre ellos un menor llamado "El cuco". Los acusados cambian de versiones sobre el lugar donde está el cuerpo: en el rio, en un vertedero, en la localidad sevillana de Camas...

El principal acusado, Miguel Carcaño, es condenado a 21 años de cárcel aunque el padre de Marta sigue apuntando a su hermanastro, Francisco Javier Delgado. En febrero del año pasado, el juez de Instrucción número cuatro de Sevilla, tras la documentación aportada por la familia sobre una posible falsedad y estafa de Francisco Javier Delgado, acuerda la reapertura de la causa abierta en su día para investigar su posible implicación en la muerte de Marta. 

José Antonio Casanueva, el abuelo, se muestra este domingo pesimista sobre la posibilidad de que el cadáver sea localizado antes del 13 aniversario. Lamenta que "los cinco asesinos, aunque haya uno solo declarado, siguen sin decir donde está el cuerpo". Por eso, pide que "haya un anónimo o lo que sea, para poder descansar nosotros".

Declaraciones realizadas en los jardines de la barriada Tartessos de Sevilla donde vive la familia y donde una pancarta pide Justicia para la joven y la repetición del juicio. Junto a la pancarta, un ramo de flores colocado por unos vecinos para conmemorar la fecha.

Casanueva recuerda que la última vez que vio a su nieta fue a la una de la tarde del día que la asesinaron, "cuando me pidió dinero para incienso, porque era muy devota de las cofradías". Dice que comenzó a preocuparse por ella a las nueve de la noche, hora en la que habitualmente ya estaba en casa.

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