Se trata e un fraude de ley radicalmente ilegal. Así de contundente se pronuncian los inspectores de trabajo.
El fenómeno del llamado falso autónomo afecta a distintos sectores de manera importante. En las industrias cárnicas hay empresas donde el 90% de los trabajadores son falsos autonomos.
Pero no es este el único sector afectado. En clínicas y hospitales privados hasta un 50 % de los empleados están en esta situación y en la hostelería los falsos autónomos superan el 35%.
Los inspectores de trabajo denuncian que los falsos autónomos pueden ocasionar el colapso de la Seguridad Social y del régimen de pensiones. Desde que arrancó la crisis han aumentado los falsos autónomos en sectores como la hostelería, en especial las "kellis", la medicina privada y las empresas cárnicas.
Los inspectores de trabajo reclaman que se considere delito y no infracción y que en lugar de sanción al empresario se enfrente a cárcel.
Fomentar el falso autónomo además es compentencia desleal entre empresas. Los inspectores piden que se denuncie y se divulgen sus efectos.
También exigen que el gobierno enmiende el desequilibrio en las relaciones entre trabajador y empresario provocado por la crisis económica y la reforma laboral