El techo de cristal en la industrial audiovisual

Diferentes estudios de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales, CIMA, la Universidad del Sur de California y uno específico sobre series de animación de la Universidad de Granada coinciden en señalar la brecha existente entre hombres y mujeres en la industria audiovisual.

El año pasado debutaron algunas directoras andaluzas, pero sigue habiendo una notable desproporción en relación al número de directores, lo que provoca un menor número de películas donde se muestre la realidad de la mujer.

La existencia de directores interesados en contar historias protagonizadas por mujeres abre el debate sobre la mirada femenina.

Otra consecuencia del menor número de mujeres guionistas y directoras se refleja en los personajes femeninos, hipersexualizados en muchas ocasiones y con menos peso en la historia, cuando no sencillamente ausentes en algunas películas.

En octubre de 2017 el todopoderoso productor Harvey Weinstein fue acusado públicamente de acoso sexual y violación. Más de 80 mujeres de la industria del cine llegaron a manifestar haber vivido experiencias parecidas. Este escándalo tuvo un notable eco en las redes sociales y contribuyó a que surgieran otros casos. El panorama en España, y más concretamente en Andalucía, dista de ser similar.

Queda aún camino por hacer, pero la incorporación de nuevas directoras y la mayor sensibilización de sus colegas masculinos propicia un paulatino cambio para que algún día todo esta situación no resulte más que un flash-back a un pasado plagado de desigualdades.

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