Una granja escuela: una opción perfecta para los niños en verano

Hay formas distintas de afrontar nuestra relación con el suelo que pisamos o con lo que comemos a diario. Maneras de manejarnos con los demás, con nosotros mismos que se aprenden desde pequeño. Y los campamentos de verano son una buena manera, no ya de aprovechar el tiempo, sino de cultivarlo.

Mantener entretenidos a 70 niños a la vez, sin piscinas, sin maquinitas. En la Granja Escuela Cuna, en Espartinas, Sevilla, lo han conseguido.

Sara Navarro, la gerente de la escuela nos cuenta que empezaron la granja montando visitas familiares los domingos para satisfacer a los que tenían necesidad de conocer a los animales más de cerca. Luego empezaron a sacar partido a sus huertas y a ofrecer clases de inglés y cumpleaños diferentes con muy buena acogida del úblico.

Los campamentos veraniegos ofrecen un enfoque de la naturaleza muy didáctico con el hotel de insectos, la instalación de acuaponía donde los peces y las plantas interactúan compartiendo el agua, los huertos ecológicos… Todo hecho con mimo por trabajadores de una educación que puede ser de otra manera.