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Nuestras once protagonistas se van de casa con lo puesto
Te echo de menos pretende mostrar el trabajo invisible de la mujer y su rol vertebrador en la sociedad. Con este objetivo recogerá las situaciones que se generan cuando once mujeres abandonan una pequeña localidad de Andalucía con un destino desconocido. ¿Cómo cambia el día a día en su familia, en el trabajo y en el pueblo en general? Un novedoso formato que conducen Bea Díaz y Javier García.
¿Qué pasaría si por unos días una mujer se va por sorpresa de su entorno familiar? Esta es la premisa con la que arranca "Te echo de menos",que mostrará el trabajo invisible de once mujeres: Mercedes, Celia, Geraldine, Teresa, María José, Marta, Reyes, Salud, Ángeles, Patricia y Sandra.
Un ama de casa. Una profesora de inglés. Una empresaria. Una universitaria. Una auxiliar de enfermería. Una pintora. Una empleada de la limpieza. Una desempleada. Una cocinera. Una asistente a domicilio. Once mujeres andaluzas que trabajan fuera y dentro de casa. Madres, hijas, nietas, sobrinas y parejas pero, sobre todo, MUJERES con mayúsculas sobre las que recae la mayor parte de las responsabilidades familiares.
El rango de edad de nuestras protagonistas va desde los 70 años de Mercedes, ama de casa jubilada hasta los apenas 20 de Celia, una estudiante universitaria en puertas de sus exámenes. Perfiles variados con un denominador común, toda la familia se vertebra alrededor de ellas.
Todas dejan sus trabajos y familias para marcharse durante 10 días a la Costa del Sol, Málaga. Y además deben hacerlo sin llevarse sus móviles, sin maletas y sin despedirse de sus familias. Cada una recibe la noticia con más o menos preocupación pero la que peor lo lleva es Teresa, que se emociona pensando que va a dejar solas a su madre y a su tía. Entre tanta sorpresa y disgusto, Bea les da una buena noticia: una de ellas podrá ir a su casa a despedirse y recoger sus cosas pero el grupo tendrá que decidir cuál de ellas va a ser. Tras discutir un poco, las mujeres se ponen de acuerdo rápido: será Teresa la que podrá despedirse.
Mientras, Patricia, nuestra participante número once, recibe una visita inesperada: Javier García llama a su puerta para decirle que va a participar en el programa. Pero la única condición es que tiene quince minutos para hacer la maleta, despedirse y encontrar el autobús del programa.
Los que se quedan no tiene ni idea de que sus familiares se han ido y empeizan a recibir la noticia y a hacerse a la idea de que tienen que empezar a asumir las tareas de las mujeres. Y los espectadores seremos cómplices en tiempo real de lo qué pasa en ambos escenarioss: el pueblo de El Ronquillo y la casa de Estepona donde se van las mujeres.
