Se llama Adrián Blanco Díaz, tiene 24 años y es natural de Hannover, una preciosa ciudad medieval de Alemania. Le encanta el flamenco, tocar el cajón y su artista preferido es José Mercé.

Trabaja de militar para el ejercito alemán, un empleo muy duro pero que le apasiona. Tanto, que en estos momentos está formándose para convertirse en sargento primero. Tiene dos hermanas mayores: Tania, que vive en Madrid; y Saray, que reside también en Hannover. Ambas, no son solo sus hermanas, sino también sus mejores amigas, todo para él junto a su madre.

Marifé, su madre y a la que adora, tuvo una infancia muy dura, pero “como es tan fuerte y luchadora… Con ella me encantaría pasear por las calles de Huelva, donde ella se crió.

Sus abuelos maternos, José Antonio Díaz y María García eran de Huelva y emigraron a Alemania en los años 60 en busca de una vida mejor. Aunque su madre nació en Alemania, a los ocho meses la llevaron a Huelva para que tuviera una vida más estable. Todo se torció cuando sus padres se divorciaron. Ella tenía 8 años y se fue a vivir Alemania con su padre, con el que nunca se llevó muy bien pero al que le hizo una promesa.

Hoy Adrián quiere venir a Andalucía para hacer realidad la promesa que su madre le hizo a su abuelo, cumplir su última voluntad, la de esparcir sus cenizas la ría de Huelva.

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