La que fue una jornada de júbilo y reivindicación pacífica, se vio empañada por la muerte de un muchacho a manos de unas fuerzas del orden todavía apegadas al franquismo. Un muchacho de 18 años con una vida normal, como la de cualquier otro de aquellos tiempos y sólo con la ilusión de luchar por un futuro mejor para su tierra. Así era Manuel José García Caparrós.
Manuel José García Caparrós era uno más entre aquella multitud de Málaga en aquel 4 de Diciembre. Tenía sólo 18 años. Como tantos otros jóvenes de la época, había dejado los estudios y ayudaba en casa trabajando temporalmente en una fábrica de cervezas.
Se había levantado temprano para ir a la manifestación con los amigos Un muchacho como cualquier otro de los miles que salieron a las calles el 4 de diciembre. Solo pedía un futuro mejor para la tierra en la que había nacido . Un futuro que le arrebataron desde una pistola policial.
Una bala que también se llevó la vida de unos padres que no pudieron superar el dolor. El crimen quedó impune y Manuel José no llegó a vivir en una Andalucía autónoma.