La inspiración vendrá cuando no la busques

En la ducha, en la cama, paseando… Cada uno tenemos un lugar donde nos viene la inspiración, un fenómeno fugaz, breve y caprichoso, que surge cuando le apetece, sin previo aviso, que no se puede provocar ni controlar y que es una fuente inagotable de ideas, proyectos, planes, frases, imágenes e incluso sensaciones.

Es el motor que hace que arranque la creatividad, algo de lo que filósofos, escritores y artistas han hablado a lo largo de la historia y que ahora explican los científicos. Frente a un problema o un asunto importante, la inmensa mayoría de la gente trata de concentrarse, de estrujarse el cerebro. Pero la inspiración funciona justo al contrario. Las investigaciones científicas muestran que suele hacer acto de presencia precisamente cuando el cerebro está reposando, realizando una actividad que no requiere una gran focalización ni un especial esfuerzo de atención. Como ducharse, lavar los platos, pasear o esperar en el coche a que se despeje un atasco.

Cuando se llevan a cabo este tipo de tareas, se activa la llamada red neuronal por defecto, un conjunto de áreas cerebrales que se encuentran en la corteza prefrontal, parietal y temporal y que se moviliza intensamente cuando la persona está sosegada, sin concentrarse en una tarea concreta.

Los científicos aseguran que la inspiración es un fenómeno exclusivamente humano y que ni siquiera la inteligencia artificial será capaz de imitar.

Woody Allen invoca la inspiración bajo la alcachofa de la ducha y suele pasar hasta una hora debajo del chorro de agua tratando de alcanzarla. Descartes la buscaba en la cama. Virginia Wolf la perseguía por los parques de Londres. Y Aristóteles, Nietzsche y Hemingway trataban de salir a su encuentro dando paseos.

¿Y a ti, dónde se te ocurren las mejores ideas? ¿Cuándo te viene la inspiración? ¿Tienes un lugar favorito para pensar?

Analizamos este asunto en el Tema del Día de La hora de Andalucía. Este programa y todos los de Canal Sur Radio los tienes en La radio a la carta.