"Un canto a la vida" sonará cada día a las ocho en punto para que puedas subir el volumen de la radio y salir a las ventanas, balcones y terrazas a aplaudir a los sanitarios, fuerzas de seguridad del estado...
Contactamos con Vanesa Martín en directo desde el instagram de Canal Fiesta para hablar de esa hermosa iniciativa solidaria que ha dado lugar al lanzamiento de "Un canto a la vida". Todos los beneficios de este tema irán a parar a Cruz Roja.
La artista, en directo con Domínguez, nos contó que no podía quedarse de brazos cruzados y se le ocurrió rescatar una canción que había escrito hace unos años. "Sentí que ahora era el momento y desde casa pusimos en marcha la grabación del video, usando imágenes que iba recopilando mi equipo y donde se ve también el esfuerzo de las personas que lo dan todo por los demás".
Vanesa Martín elogió el gran esfuerzo de los sanitarios, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de todas las personas que están dando lo mejor de sí mismas en estos momentos difíciles. En el videoclip del tema aparece también su madre, que trabaja en un hospital de Málaga.
Domínguez, que tenía algunas páginas marcadas del libro de poemas "Mujer océano", descubrió cómo Vanesa Martín estaba también releyéndolo y destacó algunos versos que, sin haberlo imaginado, ahora con esta situación cobran un nuevo sentido.
Además nos recitó los versos de un poema llamado "En la distancia los amigos..."
"En la distancia los amigos, como la hierba, crecen,
los hay que buscan rendijas y huecos por donde colarse,
otros que se pierden con las pisadas o las estaciones,
algunos llegan a coger altura e incluso texturas
fascinantes para cualquiera,
otros con menos fortuna se atrincheran en paredes
sin remedio.
También están los que, sencillamente, se hacen fuertes
con el agua que les cae.
Los hay que, aún viajando a través del tiempo y el
espacio, siempre te hablan como si fuera ayer.
Me acordé de todos los brindis, de todas las fiestas
de bienvenida,
de muchos de los ratos que pasé en las casas que visité
y que hoy siguen teniendo luces encendidas a pesar de las ausencias.
Me acordé de Nora y entendí que hay sentimientos
que traspasan lo desconocido hasta hacerlo
tan familiar que duele, quise conocer
a su hermana Naia.
Me acordé de nuestras puertas abiertas,
de ese pasillo oliendo a tu rutina y la mía, tu realidad y
la mía.
Me acordé del millón y medio de charlas desgranando
sueños, enhebrando otros.
¡Cuántos amores se nos subían a la cabeza!
Me acordé de ti y de nuestra lucha,
de la gran incógnita de nuestro futuro,
de aquel verano de playa, alcohol y trasnoche,
de Andrés y su acento bonaerense, de tu amiga Elena
y del Rinconete,
me acordé del ruido que hacías al llegar y de todas las
canciones que cantaste a grito limpio en el baño,
de las paredes de papel,
de las limpiezas internas de cuerpo y alma.
Sé de la generosidad que desprenden tus ojos desde que
los abres
y me acordé también de esos días en los que la pureza
nos desbordaba.
Tal vez conseguí las palabras adecuadas para
agradecerte.
Reconocí el orgullo de sentirte cerca, amiga mía,
y de verte crecer tan bonita y tan salvaje como la madre
naturaleza.
Ojalá ya no hubiera kilómetro que nos dejara sin
abrazos, de esos de "ya estás en casa".
-- Mujer Océano
Vanesa Martín
Ed. Planeta