Satu empezó a escribir con 17 años. Y siempre se cree "anónimo" porque vive "con la sensación de que no saben quién soy". También reconoce que se ha "censurado levemente alguna vez. Es como una lucha...". A Óscar le cuesta encajar los halagos, dice que le dan "vergüenza".
Este dúo asegura que escuchan todo tipo de música y que en las canciones de hoy el mensaje ya va dirigido, también, al público femenino. Se sienten orgullosos de quedarse en su tierra, donde se han quedado a trabajar, donde han montado su empresa y donde está su personal.