LA VOZ DE VIGORRA
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Estamos vivos de milagro

Jesús Vigorra da su particular punto de vista sobre los temas de actualidad en La mañana de Andalucía.

JESUS VIGORRA 2 abril 2020

"Estamos vivos de milagro" era una expresión frecuente en la conversación en la vida de Enrique Morente que, su familia y los más cercanos, siguen utilizando en recuerdo del gran maestro granadino. La escuché de sus labios muchas veces: Estamos vivos de milagro, y me viene a las mientes cada vez que veo comparecer al ministro de Sanidad que, después de cinco días continuados con más de 800 muertos por coronavirus en nuestro país, va y dice que estamos en fase de estabilización. No señor ministro, estamos en fase de desesperación, de grave preocupación, de inquietud, de incertidumbre, de ansiedad porque ya todos tenemos algún conocido que no ha podido despedirse de sus padres recluidos en residencias o los que van muriendo en los hospitales. Cualquier estado, señor ministro, menos la estabilización, porque cada día estamos más desestabilizados con la realidad y con sus explicaciones.

Para contrarrestar las torpezas de su gabinete y procurarme por mis medios de la estabilización, he comenzado a leer "El cuerpo humano, guía para ocupantes" de Bill Bryson, el autor de un título de gran éxito como "Breve historia de casi todo". El nuevo libro habla de las partes del cuerpo humano y de su funcionamiento, y resulta de lo más sorprendente que todo ese aglomerado de tripas, vísceras y sangre pueda funcionar correctamente muchos años y todas las horas del día. Aunque está contado con gran sentido del humor, uno no puede dejarse de palparse aquella parte de la que nos está hablando y nota como se va volviendo más aprensivo, entre otras cosas porque, dice Bryson, que hay casi 8.000 cosas que pueden matarnos, según una detallada lista de enfermedades y problemas de la Organización Mundial de la Salud, aunque es un hecho que escapamos de todas menos de una, lo que no está mal. Pero basta un grumo de ácido nucleico y proteína, un virus, que ni siquiera es un ser vivo, para acabar con todo el planeta. O sea, menos humos y a ver si somos más humildes que, como decía Morente, estamos vivos de milagro

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