Yinka, negra y flamenca

Yinka Esi Graves es una de las pocas bailaoras negras del panorama mundial. Baila desde los cinco años. Hace una década viajó a Sevilla y se quedó prendada del flamenco. Ahora taconea en los escenarios de toda Europa demostrando que este arte no entiende de colores. Este sábado actúa en Trigueros (Huelva).

Su traje de gitana, su abanico y sus flores en las trenzas raftas ha derribado los estereotipos, por ser negra y flamenca.

Su nombre proviene del yoruba de Nigeria, pero ella nació en Londres. De padre jamaicano y madre ghanesa. Sus rasgos delatan África en su sangre, también en su baile. Ella es una suma de culturas

Este sábado llega a Trigueros junto a su cuadro flamenco al Centro de Arte "Harina de Otro Costal".

Un baile penetrante, desde las tripas, donde la negritud es inevitable, como ya vimos en “Gurumbé”, un documental sobre la huella cultural de los esclavos negros en España.