Se trata en realidad de su hermana Joaquina, fallecida en el 2010
El caso queda cerrado, aunque la voluntad de esta mujer, según su abogado, es demandar por la vía civil a la Administración
Nueve años ha tardado la sevillana Juana Escudero en demostrar que no está muerta. Que la persona que está enterrada con su nombre en el cementerio de Málaga no es ella.
Se trata de su hermana Joaquina, fallecida en el año 2010. No se conocen las razones que han llevado a las personas del entorno de la fallecida a causar este perjuicio a Juana. Lo cierto, es que han sido años de auténtico calvario.
Aparecía como fallecida en todos los registros oficiales, lo que le ha provocado multitud de problemas para realizar cualquier tipo de trámite. Finalmente, se ha podido demostrar que los restos enterrados no pertenecen a Juana Escudero.
El caso queda cerrado, aunque la voluntad de esta mujer, según nos ha dicho su abogado, es demandar por la vía civil a la Administración.