Fieles procedentes de muchos lugares conmemoran la entrada de Jesús
Pocos días después de ser aclamado, murió crucificado
En Jerusalén, miles de cristianos han asistido a la procesión del Domingo de Ramos. Para estos fieles es un privilegio conmemorar en este lugar el acontecimiento bíblico, según el cual Jesús de Nazaret entró en esta ciudad y fue aclamado por la multitud como Mesías, para ser crucificado días después. Cristianos peregrinos y turistas, acompañados por clérigos, han marchado por el Monte de los Olivos hacia la Ciudad Vieja de Jerusalén mientras entonaban cánticos y rezos