Muere Raymond Poulidor, el eterno segundo

Una historia de 
Manuel Ladrón de Guevara

Una anécdota resume su duelo a muerte con Jacques Anquetil. En 1987, pocos días antes de morir, a los 53 años, de un incurable cáncer de estómago, Anquetil telefoneó a Poulidor. "Esta vez también llegaré antes que tu", le dijo. Anquetil fue el primer corredor de la historia que ganó cinco veces el Tour de Francia. De él se decía que no ganaba las carreras, las resolvía. Su estilo frío y científico caló menos en los aficionados que el tenaz, impetuoso y honrado de Poulidor, con su aspecto de campesino noble, su rostro ancho y su mandíbula compacta, un rodador espléndido. Poulidor era todo corazón y esfuerzo. Se subió ocho veces al podio, pero no se vistió de amarillo ni un solo día en los 14 Tour de Francia que disputó. Por eso se le conoce como "el eterno segundo". Pese a todo siempre fue el preferido por los aficionados galos.

Fue el héroe maldito. De las grandes rondas, solo ganó la Vuelta a España del 64. Aquel mismo año estuvo más cerca que nunca de ganar el Tour, pero en la penúltima etapa, tras una bajada sobrecogedora en los Alpes, Anquetil logró mantener el maillot. Poulidor se quedó a 14 segundos de romper su destino. El destino implacable ha vuelve a reunir al eterno segundo y al eterno primero.