La flota artesanal de Cádiz, de casi 80 pesqueros, la mayoría de Tarifa, están de brazos cruzados, no pueden salir a pescar. El motivo es que no hay voraz en los caladeros del Estrecho.
Se los comen los atunes que se han multiplicado tras el plan de recuperación de esta especie. Y los pescadores no tienen cuota para capturar el atún.
Así es que están desesperados porque llevan meses sin poder faenar y la mañana de este martes se han concentrado en el ayuntamiento de la localidad más meridional de Europa.