Las mujeres reclusas, un colectivo olvidado
La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía denuncia que este colectivo tienen menos oportunidades de reinserción, sufren sexismo en el reparto de tareas en la cárcel o se ven abocadas a estar lejos de sus hijos.
La población reclusa femenina es uno de los colectivos más olvidados. Con motivo del día 8 de marzo, entre sus reivindicaciones está mayor reinserción laboral, centros más adaptados a sus necesidades o la posibilidad de estar más cerca de sus familias. Un informe de la Asociación Pro Derechos Humanos (APDH) denuncia las carencias que sufre este colectivo en nuestra comunidad y en el centro de Córdoba en particular.
El centro penitenciario de Córdoba apenas cuenta con un módulo para mujeres, que oscila entre 65 y 70 reclusas, de los más de 1.400 internos hombres de la prisión. Apenas el 7 por ciento del total de las personas que cumplen condena son mujeres, por delitos, en la mayoría de los casos, menores. Sufren el hecho de ser minoría, por lo que tienen menos oportunidades de reinserción, sufren sexismo en el reparto de tareas en la cárcel o se ven abocadas a estar lejos de sus hijos. Una situación que ha denunciado en un completo informe la asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía.
Estas mujeres que están en los diferentes centros penitenciarios de Andalucía, a diferencia de los hombres, se ven obligadas a convivir con muchas casuisticas. Conviven mujeres que se encuentran en prisión preventiva con otras que están en primer o segundo grado. Una situación derivada de no disponer del espacio que cuentan los hombre al ser una población reclusa minoritaria. APDH-A quiere aprovechar esta semana reivindicativa para hacer visible una situación anómala de un colectivo a menudo olvidado.
