La dignidad de luchar contra Ryanair por 20 euros

Al final van a ser los jueces los que pongan pies en pared allí donde el poder ejecutivo no ejecuta lo que aprueba el legislativo. Leyes hay para todo, pero su cumplimiento es otra cosa. Lástima que los procesos judiciales sean tan lentísimos. Ocurrió con el gran lío de las cláusulas abusivas de los bancos que tanto dieron que hablar.

Todo el mundo veía el desmán de las clausulas suelo, el enfado de los consumidores, las denuncias de los medios de comunicación, hasta que un juez de Granada se arremangó la toga y tuvo la osadía de enviar una demanda al Tribunal Europeo y desde allí afearon la conducta de los bancos españoles, del gobierno -protector de los banqueros- y de la tibieza del Tribunal Supremo, y mandó parar y no solo quitar las clausulas sino devolver todo lo cobrado indebidamente.

Les cuento esto porque en Canal Sur Radio vivimos aquello en primera persona, clamando en el desierto muchas tardes. Y también porque, ahora, un Juzgado madrileño ha condenado a la compañía Ryanair por cobrar de más por llevar una maleta de mano. Ryanair debe devolver 20 euros a una clienta a la que obligó a abonar esa cantidad como suplemento adicional al pasaje. O pagaba la demasía por su maletita o no volaba, lo que quiere decir que Ryanair sigue haciendo de las suyas porque nadie le planta cara. Alguien dirá, ¿al juzgado por veinte pavos? Pero también hay una cosa que se llama dignidad.

Recuerden que nuestro abogado Joaquín Moeckel demandó a la Sociedad General de Autores por un euro veinte céntimos del canon digital, contra el que se reveló y ganó. A veces, los monstruos lo son porque los creamos nosotros con nuestros miedos y nuestros prejuicios.