PRIMARIAS PP
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La campaña termina con una guerra de cifras

El PP pone esta noche punto y final a su primera campaña nacional para elegir nuevo líder, que se cierra con una guerra total de cifras y nombres entre las candidaturas de Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría y con ambos equipos asegurando tener en sus manos la victoria. 

19 julio 2018

Tanto Casado como Sáenz de Santamaría han elegido Madrid, donde también empieza mañana el congreso extraordinario del partido, para cerrar sus respectivas campañas, y, mientras el vicesecretario de Comunicación acaba este periplo en una terraza del céntrico paseo de Recoletos, la exvicepresidenta estará en el barrio del Puente de Vallecas.

Mientras, sus equipos siguen trabajando sin descanso para seguir recabando apoyos, y la de hoy está siendo una jornada frenética en la que desde uno y otro lado se ha insistido en contar con mayorías holgadas para ganar.

Así, los partidarios de Pablo Casado, muy activos en las redes sociales, las han llenado de mensajes de adhesión, mientras desde su candidatura se enviaba a los medios todos y cada uno de los apoyos nuevos que han ido haciéndose públicos en esta jornada.

Un "bombardeo" que ya comenzó ayer por la noche, cuando empezaron a salir a la luz apoyos de dirigentes y cargos gallegos, muchos de ellos hacia Casado, pero también otros para Sáenz de Santamaría, después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo decidiese seguir oficialmente en la neutralidad.

Ha habido un momento de esta mañana en el que se aseguraba, en el entorno de Casado, que la victoria estaba atada y se sugería que Sáenz de Santamaría estaba pensando en retirarse.

Desde el equipo de la candidata lo han negado tajantemente y han atribuido esta "intoxicación" a los "nervios" del candidato.

El director de campaña de la exvicepresidenta daba incluso una cifra en un mensaje que ha enviado en Twitter. José Luis Ayllón ha asegurado que cuentan ya con el 63 % de los apoyos y siguen "subiendo".

Pablo Casado ha acudido a un restaurante de Madrid para comer con varios exministros del Gobierno de Rajoy -al final, ha reunido a siete de ellos- y presumir de tener el apoyo de "dos terceras partes" del anterior Ejecutivo.

Y ha rechazado la idea de que a Rajoy le pueda molestar este almuerzo entre "amigos" y personas que han "trabajado juntas" y han "defendido" al presidente, "partiéndose la cara" los viernes en el consejo de ministros y los lunes en Génova.

Desde la candidatura de Sáenz de Santamaría respondían a este encuentro subrayando que no es cierto que Casado tenga tantos apoyos del anterior Ejecutivo, porque solo ocho son "posibles" apoyos de Casado.

El equipo de la exvicepresidenta, además, "contraprogramaba" el almuerzo con una foto de todos ellos, incluida la candidata, comiendo "pizza" mientras trabajaban en la sede nacional. Y también en esa imagen, varios ministros que trabajan con ella en esta carrera.

Por la mañana, los dos candidatos han insistido en estar seguros de su victoria.

La exvicepresidenta del Gobierno ha advertido de que las elecciones se ganan "ocupando el centro del tablero" y abarcando todo el centro derecha, pero no dirigiendo el partido a "una esquina", como ha sugerido que está haciendo Casado.

También ha asegurado que para ella sería más fácil integrar, porque no se ha metido "con nadie" en esta campaña, cuando su rival sí lo ha hecho.

Ha apelado a la ideología Sáenz de Santamaría para recordar que en su candidatura todos pueden compartir los mismos principios y valores y advertir de que, "además de liberales", en el PP hay personas de otras corrientes, como el humanismo cristiano, que apuesta por políticas dirigidas a lograr "la igualdad de oportunidades".

Casado, por su parte, ha defendido que el partido plantee sus ideas "sin complejos" y ha rechazado que pretenda "ideologizar" sino plantear "políticas reales" entre las que ha citado la bajada de impuestos y ha vuelto a criticar su rival por no haber querido debatir sobre estas y otras cuestiones.

Y los dos han asegurado desconocer si la comisión organizadora del congreso ha invitado al expresidente José María Aznar. Pero el presidente de la COC, Luis de Grandes, sí ha explicado las razones por las que Aznar no estará.

De Grandes ha señalado que la militancia "tiene tristeza porque se siente tratada con un cierto desdén" por parte de Aznar, ante quien el partido ha mantenido "mucha deferencia y mucho silencio".

Y ha advertido que, si Aznar no va a asistir al congreso, es porque él mismo no ha querido, ya que en su momento renunció a ser presidente de honor, lo que le hubiese garantizado ser compromisario nato, y tampoco se ha presentado para ser estar entre los compromisarios que van a votar al nuevo líder.

Son 3.082 personas en cuyas manos está el futuro del partido y que tienen que decidir, si no lo han hecho ya, antes del sábado por la mañana.

Será después de dos días de un cónclave extraordinario que mañana tendrá como protagonista a Mariano Rajoy, con su último discurso como líder de los populares