10N
10N

La campaña más corta se hizo larga

Acaban ocho días de campaña electoral en las que los líderes de los partidos luchan por captar votos luchando contra el hastío de los ciudadanos.

En el horizonte, una pregunta: ¿acabará el 10N con el bloqueo?

8 noviembre 2019

La campaña electoral que hoy acaba ha sido la más corta de la democracia. Ocho días en los que los partidos han luchado por movilizar a un electorado aburrido y desconfiado. Hastiado de votar y con poca esperanza en que los resultados del domingo permitan buscar una salida al bloqueo y elegir un presidente del gobierno.

Pero si algo ha evidenciado esta campaña es que los partidos siguen enrocados en sus posiciones y que, de confirmarse los resultados que avanzan los sondeos, las negociaciones para constituir gobierno pueden ser largas y difíciles. A dos días de las elecciones, los bloques de izquierda y derecha aparecen como muy igualados. Y en ausencia de mayoría, el bloqueo persiste. 

El PSOE, desde su posición de partido gobernante (en funciones) exige a PP y Ciudadanos que permitan su gobierno. Pero el PP insiste en que no va a facilitar que Sánchez repita en la Moncloa y Pablo Casado ya tiende la mano a Ciudadanos para sumar, si dan los números. Y sumando a Vox, si es necesario. Ciudadanos, que insinuó días atrás una abstención, está más preocupado por frenar la caída que avanzan las encuestas que por otra cosa. 

Unidas Podemos insiste en entrar en un posible gobierno con Pedro Sánchez. Coalición, coalición, coalición, repite Pablo Iglesias pero Pedro Sánchez no quiere escucharle. 

FRANCO Y CATALUÑA

La campaña ha estado marcada por Cataluña y la situación de violencia creada tras la sentencia de procés. Pero sacar a Franco de su tumba también ha protagonizado imágenes, análisis y mítines. No obstante está por ver el efecto que esas dos circunstancias tengan en el voto de los españoles. 

GANADOR vs PERDEDOR

Ganador será no quien más diputados obtenga sino de quien consiga gobernar. Y del mismo modo que no se conoce al ganador no está claro qué puede suponer una hecatombe para cada uno de los candidatos.

¿Será una hecatombe para Sánchez si pierde diputados tras convocar los comicios? ¿Lo será para Albert Rivera si se queda en la mitad de representación como auguran algunas encuestas? ¿Lo será para Pablo Casado si no alcanza el ascenso que todos le auguran? ¿Lo será para Santiago Abascal si no 'sorpassa' a dos partidos? ¿Lo será para Iglesias si pierde muchos apoyos a costa de Íñigo Errejón?

Todo está, en definitiva, más en vilo que nunca. Porque incierto es el panorama económico; incierto el contexto internacional con el "brexit" y las guerras comerciales; incierto el futuro de la situación en Cataluña e incierto el resultado de las urnas.

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