Es parte del programa del Instituto Cervantes en Beirut para acercar la cultura española a la población civil libanesa.
Son palmas a compás, no en algún teatro de Andalucía, sino en la base española al sur del Líbano, en la frontera con Israel. Allí ha llegado por primera vez el flamenco. El público, en su mayoría cascos azules españoles, pero también indonesios, tanzanos e indios.
El flamenco como nexo de unión entre ellos. El lenguaje universal de la música. Y entre los artistas, dos andaluces: la cantaora Rosa de Algeciras y el bailaor David Morales, de la Línea, protagonistas de esta iniciativa del Instituto Cervantes en Beirut para acercar la cultura española a la población civil libanesa