Cuanto más pobre, más difícil es superar el cáncer
El cáncer es un problema mundial que afecta además a la economía
El cáncer no distingue de zona geográfica,
Es más fácil superarlo en los países más desarrollados
El 70 por ciento de las muertes por cáncer en el mundo se producen en países empobrecidos. Los buenos hábitos y el fácil acceso a la sanidad son los mejores aliados contra la enfermedad.
El cáncer nos afecta a todos, no entiende de jóvenes o de mayores, ni de hombres, mujeres o niños, el cáncer es una enfermedad, maldita para muchos, e innombrable para otros. Los datos se mueven entre la esperanza y también el desasosiego. El cáncer es una enfermedad que afecta al paciente, a la familia, pero también a la propia sociedad.
Es sin duda una de las principales causas de muerte en el mundo, y como pasa en casi todo, aquí también encontramos diferencias, no es lo mismo tener cáncer en el norte que tenerlo en el Sur.
El cáncer estaba considerado como una enfermedad de los países industrializados, los datos sin embargo dicen lo contrario, a pesar de que es los países desarrollados donde sigue habiendo mayor número de casos, encabeza la lista Dinamarca.
En 2018 algo más de 18 millones de personas sufrieron por primera vez un cáncer y casi 10 millones han muerto por esta causa, según la OMS.
Pero muchas de esas muertes se pueden evitar. Entre el 30% y el 50% de los cánceres se pueden prevenir adoptando hábitos saludables, como evitar el consumo de tabaco, comer más frutas y verduras, adoptar medidas de salud públicas, fomentar el deporte, o vacunar contra infecciones que causan esta enfermedad como la hepatitis B o el papiloma humano.
Los cánceres de pulmón, hígado, estómago, colón y mama, son los que causan mayor número de muertes en el mundo.
Pero la OMS advierte que si cambiamos nuestros hábitos podremos vencer a la enfermedad. Y advierte también que la brecha entre los países más desarrollados y los menos es también una de las causas por las que el cáncer crece cada año en el numero de casos, el 70 por ciento de las muertes por esta enfermedad se han producido en países empobrecidos, las causas hay que buscarlas en la desigualdad, la falta de acceso a los tratamientos, la tardanza en el diagnóstico, la falta de vacunación, y el difícil acceso a la sanidad de millones de personas, a lo que se suman los males del primer mundo, sendentarismo, tabaquismo, contaminación y mala dieta.
