Llegó el día del juicio al procés, un juicio histórico que sienta en el banquillo a doce políticos independentistas.
Están procesados por los delitos de rebelión, sedición o malversación.
Las defensas han aprovechado las cuestiones previas para hacer un alegato a favor del independentismo.
Los nueve políticos encarcelados llegaban desde las prisiones de Alcalá y de Soto a primera hora y antes, a través de las redes sociales mandaban mensajes a los suyos sobre su estado de ánimo. En el exterior periodistas, familiares y público esperaban para entrar en un juicio histórico, donde no ha faltado el president catalán Quim Torra.
Dentro ya hemos podido ver a los 12 acusados para los que se piden penas entre 7 y 25 años de prisión por delitos de malversación, sedición desobediencia y malversación, según lo haga la fiscalía o la abogacía del estado. En las cuestiones previas, las defensas denuncian violación de derechos fundamentales de sus defendidos, entre ellos libertad de expresión, de protesta o de presunción de inocencia.
Han vuelto a pedir un juicio con garantías, donde puedan acceder a pruebas que no tienen y donde los procesados preparen su defensa en libertad. Argumentan que la causa no puede evitar que un parlamento debata sobre independencia e incluso piden la nulidad del proceso porque la instrucción de la causa y el tribunal están contaminados.
Y piden que testifiquen también Carles Puigdemont y el Rey. Es solo un primer capitulo donde todas las partes pedirán más pruebas o el rechazo de otras.