El auto de libertad sostiene que la "alarma social" no es motivo para que sigan en la cárcel

La clave de la puesta en libertad está en 2 parámetros: que no hay riesgo de fuga ni de que repitan el delito, según 2 de los 3 magistrados. El auto establece que la víctima vive a más de 500 kilómetros de los condenados y que garantizar la tranquilidad y sosiego de ella "lo entienden", pero se pueden adoptar medidas menos gravosas, que no sea la cárcel.

El auto considera que la prisión preventiva es una medida excepcional que no puede transformarse en una pena privativa de libertad anticipada. La prisión preventiva es una medida que debe ser impuesta cuando estrictamente sea necesaria. Para 2 de los 3 magistrados, que 4 de los 5 acusados tengan abierta una causa en un juzgado de Pozoblanco no es un riesgo de reiteración delictiva. También valoran que los condenados no tenían antecedentes por delitos sexuales, ni tienen dinero para fugarse.

El auto cuenta ahora con el voto particular del presidente del tribunal que en contra de sus compañeros considera que es indiscutible que el delito es grave, de carácter sexual, como se produjo y no cabe que queden en libertad bajo fianza. Que las medidas catutelares ponen en riesgo a la víctima y pueden resultar ineficaces.

Estas medidas indican que no pueden contactar con ningun medio con la víctima, ni acercarse a la Comunidad de Madrid donde reside ella, deben presentarse 3 veces a la semana en el juzgado, se les retira el pasaporte y no pueden salir de España. Tienen que estar localizados por teléfono y en el domicilio.

La Fiscalía, el abogado de la víctima, la Comunidad Foral y el Ayuntamiento de Pamplona anuncian que recurrirán el auto de puesta en libertad bajo fianza. El abogado defensor de los otros 4 condenados a 9 años por abuso sexual asegura que cumplirán todas las medidas a rajatabla y por fin dormirán en sus casas.