Pasó la criba andaluza, la nacional y vuela hacia su gran reto desde las cocinas de la escuela sanroqueña, donde impartió el grado medio de cocina y gastronomía y actualmente el superior de dirección de cocina.
Exhibe su destreza con la carne, su especialidad, aunque lleva los nervios en la maleta porque como el resto de concursantes tendrá que improvisar en las pruebas que se desvelarán en vivo durante el concurso. Se le nota seguro en casa donde lleva semanas de entrenamiento a destajo. Siente la presión pero le avalan las ganas y la carrera de fondo.
Se respira respaldo absoluto a Víctor, cocinado en esta escuela sanroqueña que está a punto de volar a Budapest representando a España.